martes, 24 de noviembre de 2009

DIOS DE LA PESTE, DE RAINER WARNER FASSBINDER







Título: Götter der Pest (1969)
Dirección: Rainer Warner Fassbinder
Origen: Alemania
Intérpretes: Hanna Schygulla, Harry Baer, Ingrid Caven, Carla Egerer


***

Alguien en mi ciudad está proyectando las cuatros primeras películas de Fassbinder en 16 mm, hechas en 1969, cuando Fassbinder tenía apenas 23 años y muchas perversiones sexuales que volcar en la pantalla. Fui, con la vana esperanza de encontrar una chica linda y tener una agraciada charla sobre el cine alemán que culminase en sexo. “Si le gusta Fassbinder, le gusta cochino”, pensé.

Luego, viendo la película, me percaté de que a Fassbinder le gustaban los negros, y que en todos sus films siempre hay uno desnudo. Puede ser algo desagradable, pero una vez que el espectador acepta de antemano que verá el culo de un afroalemán en pantalla gigante, ya puede empezar a disfrutar de la genialidad de Rainer Warner Fassbinder.
Entonces vamos:

En Dios de la Peste nada encaja: ni el título con la trama, ni los tiempos con el género, ni los actores con sus papeles. Pero así le gustaba a Rainer. Nunca te dejaba saber de qué se trataba la película, o por qué los diálogos conducían a la nada. Ni siquiera ponía una excusa, un microfilm que alguien tenía que encontrar. No, Fassbinder actuaba con tu mente.

Ver sus películas es someterse a una pequeña tortura. Pero funciona, creo, como el sadomasoquismo: a veces es mejor que duela.

“Los que más nos aman son los que primero nos traicionan, parece decir Fassbinder en esta película”, dijo el proyectorista de la sala cuando terminó la función. Puede ser.

A mi entender, la genialidad de Fassbinder está en que hizo cine con su estado de ánimo: triste, confuso y extremadamente personal. No intenta quedar bien con nadie, y sin embargo, es el que más te llega. La cámara funciona como su mente. Y eso es cine.

Por ende: hay que bancarse los tiempos largos, las caras opresivas, los negros en pija. En el cine de Fassbinder está todo lo bueno y todo lo malo del director.

En fin, es más fácil aburrirse con una peli de Fassbinder que con una de McG. Pero McG no tiene alma, y Fassbinder derrocha sensibilidad artística.

McG hay miles, Fassbinder hay uno solo.


Para ser puto, tenía muchos huevos.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Genial.

MN

Brunomilan dijo...

Ayer vi "Katzelmacher" y se cumple tu maxima pero a la mitad, hay un culo masculino pero de un ario.

Anónimo dijo...

ponete a ver pelis, my bro. tonch.

mientastanto dijo...

tremendo, me he reido bien.

Anónimo dijo...

somos oficinistas, queremos leer mas

Nicolas (un puto cinéfilo) dijo...

¿Para ser puto, tenia muchos huevos? Desborda machismo e ignorancia muchas de las intenciones con las que describis su estética, su visión. ¿Hay que bancarse los negros en pija? papá, yo me tengo que bancar a toda una cultura que me quiere meter las tetas de las minitas que te calentaran a vos y a muchos otros las 24 horas del día. Y si es verdad que tenia muchos huevos, mas que vos seguro.

ds dijo...

callate imbécil.
aprende a leer.
fassbinder era un genio.
y vos sos un pelotudo.
te pusiste nerviosa porque no me gusta ver negros en pijas.
hacete romper el orto, maricón.
no entres más a mi blog.
te voy a cagar matando.

Unknown dijo...

sí, el cine de Fassbinder era para quienes lo odiaban, especialmente.

Anónimo dijo...

ds sos un sacado.
me hiciste reir un rato.